Aprender ciencia haciendo ciencia

Un reto educativo y una oportunidad de tejer alianzas

Si alguien nos para por la calle y nos pregunta si los niños deben aprender ciencias en la escuela, seguramente no dudaremos en responder con un sí rotundo. Pero... ¿por qué es tan importante? Para reflexionar sobre esta pregunta es necesario revisar si las ideas y prácticas adquiridas responden a nuestros objetivos hoy en día. Si no lo hacen, podremos modificar todo lo que haga falta para ajustarlas a las necesidades actuales.

¿Qué es la ciencia?

Lo mejor es comenzar por el principio, es decir, preguntándonos qué es la ciencia. Hay disciplinas enteras, como la filosofía de la ciencia, encargadas de reflexionar y proponer respuestas sobre esta cuestión. El debate es plural y necesario, pero actualmente hay un amplio consenso en definir la ciencia como una actividad humana dedicada a construir conocimiento, que nos permite interpretar los hechos del mundo en el que vivimos y hacer predicciones.

Considerar la ciencia como una actividad humana implica que, en su día a día, sus prácticas y teorías no están exentas de ser instrumentalizadas por diferentes ideologías. Implica también que la ciencia no es ajena a problemas sociales como la discriminación por motivo de género o raza, los abusos de poder, la desigualdad económica... 

Sin embargo, el conocimiento que la ciencia construye está sujeto a evidencias, que nos permiten verificar si la explicación que hemos dado es adecuada o no. Por lo tanto, es una actividad que genera un conocimiento contrastable, no sujeto a opiniones (sí a modificaciones) y con aplicaciones increíblemente potentes. Tanto este conocimiento como sus aplicaciones han cambiado el mundo y seguirán haciéndolo. Por lo tanto, estamos hablando de una actividad extraordinariamente influyente en la sociedad y en nuestro día a día..  

Por este motivo, si queremos formar a personas críticas y capaces de interpretar y actuar en su entorno con conciencia, es imprescindible que entiendan qué es la ciencia y cuáles son los métodos de conocimiento en los que se fundamentan todas sus aplicaciones. La alfabetización científica, por lo tanto, es básica e imprescindible. Una persona educada en el siglo XXI no solo debe conocer las matemáticas, y leer y escribir; también debe tener algunos conocimientos científicos y tecnológicos esenciales. Por ejemplo, debe entender cómo llega la energía a su hogar, el equilibrio en el que viven todos los seres vivos y cómo se puede romper, qué ocurre cuando enviamos un material a reciclar, etc. 

La pandemia actual encara ha mostrat de forma més evident la importància dels coneixements científics bàsics: necessitem entendre el procés de producció, validació i comercialització d’un fàrmac, el procés que recorre un article científic abans de ser publicat, etc.

¿Qué ciencia hay que enseñar?

Aprender estos y otros contenidos es útil para habitar el mundo con conciencia. Sin embargo, lo más importante es entrenar a los niños a pensar con una de las mejores herramientas que ha creado la humanidad para hacerlo. En este sentido, les tendremos queenseñar a hacer ciencia.

Cuando hablamos de hacer ciencia, a menudo pensamos en laboratorios, batas y muchas matemáticas; pero todas estas cosas forman parte de una imagen estereotipada de esta disciplina. Para enseñar a hacer ciencia, es necesario prestar atención a aquellas actividades que nos enseñan a pensar de manera científica: observar el entorno, hacernos buenas preguntas sobre su funcionamiento, construir explicaciones plausibles para responderlas y saber idear experimentos con los que podamos contrastar la veracidad de nuestras hipótesis. 

Si aprendemos a hacer todo esto, aprenderemos a desarrollar el pensamiento crítico, a argumentar bien nuestros razonamientos, a observar el mundo y a hacernos las preguntas adecuadas para entenderlo mejor. Además, seremos conscientes de la importancia de saber desestimar: de poder decir "no sé lo suficiente" o "no tengo suficiente información" para formarnos una opinión sobre este tema. 

Esta es una de las principales capacidades que aporta el pensamiento científico: ser riguroso y cuidadoso a la hora de sacar conclusiones, pero hacerlo sin precipitarse.

¿Quién tiene que enseñar ciencia?

Formar a los niños de nuestra sociedad es una responsabilidad colectiva. Así como las familias y las escuelas tienen que ir de la mano en muchos aspectos, es importante que, cuando se trata de ciencia, muchos agentes sociales unan fuerzas para lograr éxitos en el aprendizaje. 

El colectivo docente es un agente muy importante y está en primera línea de fuego, pero somos muchos más los que podemos y debemos ser parte de este reto: los grupos de investigación educativa, la comunidad científica, los medios de comunicación y las organizaciones comunitarias o privadas orientadas a diseñar y desarrollar proyectos para el mundo educativo. 

Si todos estos agentes diversos unimos nuestros esfuerzos para trabajar de manera colaborativa, será mucho más sencillo mejorar la enseñanza-aprendizaje de la ciencia. Para ello, es importante escucharnos mutuamente y aportar nuestras visiones, potenciales y experiencias particulares, en favor de este objetivo común: potenciar la alfabetización científica para incrementar el pensamiento crítico y la capacidad de analizar, opinar y actuar desde el rigor. 

Al equipo deEduxarxa nos ilusiona y apasiona participar en este reto educativo desarrollando proyectos como Recerkids y Misión ALBA: dos programas educativos que ya tienen 5 y 3 años, respectivamente, y en los que miles de alumnos de Primaria de Cataluña (en el caso de Recerkids) y España (en el caso de Misión ALBA) ya han trabajado desde sus aulas haciendo haciendo ciencia, y en contacto con personal investigador del CREAF y otros centros de investigación y universidades de Cataluña y del mismo Sincrotrón ALBA. 

Tenemos muchas ganas de seguir ofreciendo herramientas y recursos educativos a las escuelas, institutos y museos, en colaboración con grupos de investigación e instituciones científicas, para ayudar a los niños y jóvenes a aprender ciencia haciendo ciencia.